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SCL |
Había dejado un poco botado el blog porque esta semana pasé por una especie de estrés. Resulta que, estar en esta ciudad, a veces un poco complicado.
Para algunos vivir en Santiago es lo mejor, lo máximo, lo top. Para una persona que vivió toda su vida en región, como yo, Santiago no se acerca a las descripciones anteriores...Por qué? Porque soy parte "del sistema", "de la masa", de la clase trabajadora, esa que levanta temprano para tomar un metro colapsado, saca el auto y queda instantáneamente metida en un taco en la puerta de la casa. Luego de superar el caos, llegas al trabajo a estar ocho horas sometida a el y a los personajes que lo protagonizan, para posteriormente volver a tu casa y pasar por las situaciones incomodas que este proceso involucra. En ese momento piensas en implementar la teletransportación.
Lo cierto es que se debe reconocer que Santiago es una ciudad sobrepoblada, y con eso no hay nada que esté al alcance de mi mano para solucionarlo, sólo tener paciencia...aunque al parecer el resto de la gente no la tiene. Señoras de edad se insultan, se empujan, compiten por un asiento e incluso de se golpean...y eso que uno es de esta generación "que no tiene respeto por nada".
En fin, si bien lo que describí es un poquito negativo, no se asusten, Santiago también tiene cosas buenas que me motivan a permanecer en este lugar: oportunidad de crecimiento y desarrollo profesional, además los fines de semanas hay muchos panoramas y una gran parte de la población vive la misma situación que uno así que uno nunca está solo, nunca, nunca. De todas maneras no cambio mi región. Las autoridades deberían incentivar para que las entidades emprendan en regiones y no exista la necesidad de venirse por trabajo a la capital, porque simplemente Santiago no es Chile.